viernes, 25 de mayo de 2012

miércoles, 2 de mayo de 2012

Asemejanos a Ti y enseñanos a caminar por la vida tal y como Tu lo hiciste, fuerte y digna, sencilla y bondadosa, repartiendo amor paz y alegria, en nosotros recorre nuestro tiempo preparandolo para Cristo Jesús

sábado, 28 de abril de 2012

domingo, 22 de abril de 2012

viernes, 20 de abril de 2012

miércoles, 18 de abril de 2012


Sacerdote para siempre: Fue ordenado el lunes de Pascua y murió una semana después

El Padre Graham Turner nunca pudo servir en una parroquia, pero su testimonio de amor a la vocación sacerdotal ha conmovido a los católicos de Escocia. Una agresiva leucemia le causó la muerte el lunes 16 de abril, solo una semana después de haber sido ordenado "sacerdote para siempre".

El Padre Turner, de 48 años de edad, descubrió su vocación al sacerdocio en la adultez. Dejó su trabajo como programador de computadoras y se mudó a una residencia cural, donde por cinco años se hizo cargo del cuidado de sacerdotes retirados hasta ser aceptado como seminarista de la Arquidiócesis de St Andrews y Edinburgo.

Estudió en Roma en el Beda College y fue ordenado diácono en junio de 2010. Su ordenación sacerdotal estaba prevista para junio de 2011, y esperaba ese momento con gran expectativa y gozo. Sin embargo, fue diagnosticado con una agresiva leucemia que obligó a posponer su ordenación.

Durante el último año se sometió a un intenso tratamiento contra el cáncer que no dio resultados. Ante la gravedad de la salud del sacerdote, su padre contactó al Arzobispo de Saint Andrews y Edimburgo, Cardenal Keith O’Brien.

El Purpurado aceptó adelantar el rito al Lunes de Pascua. Graham Turner fue ordenado sacerdote en la capilla del Salford Royal Hospital, cerca de la ciudad de Manchester en Inglaterra.

En una emotiva Eucaristía a la que llegó en una cama clínica para luego pasar a una silla de ruedas, el P. Turner recibió la anhelada ordenación sacerdotal.

Durante la Misa, en la que fue asistido por sus enfermeros, pudo permanecer de pie unos momentos al inicio de la liturgia Eucarística, al lado de sus padres Marilyn y George, y de sus hermanos Ian y Sue.

"Hay una gran tristeza aquí ahora pero sin duda fue importante para Graham haber sido ordenado", dijo Mons. Roderick Strange, Rector del Beda College en Roma, en donde el P. Turner se preparó para el sacerdocio.

"Si bien se nos ordena para el ministerio activo, esto definitivamente completó un periodo significativo de la vida, el discernimiento y el compromiso de Graham. Así que fue maravilloso verlo ya como sacerdote", añadió.

En su opinión, "la Misa misma fue muy conmovedora, muy intensa y muy poderosa".

"Hay una línea en el rito de ordenación en la que el Obispo le dice al ordenando que modele su vida en el misterio de la Cruz de Cristo y creo que definitivamente eso se dio en la ceremonia", dijo Mons. Strange.

Con Graham, continuó, "recordaré la caballerosidad, el humor, la inteligencia, la paciencia, la extraordinaria fuerza de carácter, y en particular, la fortaleza con la que respondió y prosiguió en los últimos 12 meses de su vida".

sábado, 14 de abril de 2012





Un publicista realiza gratuitamente un vídeo para Cáritas al ver a un compañero entrar en un comedor social...
Alejandro Toledo... publicista cualificado que ha realizado numerosos spots de publicidad y videoclips para estrellas de la canción... decidió ofrecerse para rodar gratis un vídeo promocional para Cáritas... Toledo tomó tal decisión al encontrase en Madrid con un antiguo compañero de profesión. Tras saludarle, se dio cuenta de que su colega entraba en un comedor social de Cáritas, lo cual le conmovió. Todas las personas que han participado en la elaboración del vídeo han trabajado gratuitamente...

Lo que le pasó a Alejandro Toledo podrían contarlo ya muchos españoles. Un día, bajando por una calle, vio a una persona con la que había trabajado y que había tenido bastante éxito en el mundo de la publicidad. "Le seguí para saludarle y de pronto le veo entrar en un comedor social. Me dije: '¿Y este tío qué hace aquí?'. Y entonces le veo salir con una bolsa de comida. Iba perfectamente vestido, con su bolsa de comida que acaba de sacar de Cáritas..."

Alejandro decidió hacer algo, y se ofreció a rodar un anuncio gratis para Cáritas. El resultado es el bello vídeo que veis. Desde aquí quiero dirigir un fuerte aplauso a Alejandro por su gesto. En estos tiempos de necesidad los gestos de gratuidad y la ayuda a los que se han quedado sin techo y sin pan son más necesarios que nunca. También quiero aprovechar para felicitar a Cáritas y a otras organizaciones de ayuda a los necesitados, sin las cuales nuestra sociedad ya se habría caído en pedazos. No sólo ofrecen ayuda y solidaridad, sino algo más importante: caridad, palabra muy incomprendida por muchos pero que sintetiza mejor que ninguna la razón por la que los voluntarios de esas organizaciones hacen lo que hacen: por amor a los demás.

Aprovecho también para animaros no sólo a ayudar a esas organizaciones, sino también a difundir sus peticiones de ayuda. A cuanta más gente lleguen, más serán los que podrán ayudar. En la red todos tenemos la posibilidad de llegar a unas docenas, centenares o miles de personas, y esa posibilidad se convierte en una responsabilidad cuando de nosotros depende que esas peticiones de ayuda lleguen a quienes pueden responderlas con donativos u ofreciéndose a colaborar como voluntarios.

http://youtu.be/w3xxjtGqoz0

martes, 27 de marzo de 2012


GIJÓN

«En esta casa las madres podrán ser bendecidas por dar a luz», dice Jesús Sanz.



El arzobispo inauguró ayer la residencia para gestantes de La Guía y criticó a quienes «quieren hacer de la suya una única voz»

Una casa de acogida para madres gestantes. Un edificio de una sola planta en La Guía que, desde ayer, festividad de la Reencarnación del Señor, pone 14 plazas a disposición de jóvenes embarazadas con dificultades, sociales o económicas, con el fin de que puedan sacar adelante su embarazo. La iniciativa, que ya cuenta con cuatro solicitudes, la ha puesto en marcha la congregación Madre de los Desamparados y San José de la Montaña y el arzobispo de Oviedo le aportó su bendición y su palabra.
Fue la madre general de las religiosas que van a regentar la casa la que dibujó en que consistirá su trabajo: en «brindar ayuda a la mujer desamparada y a los niños inocentes cuya vida esté en riesgo o en peligro», afirmó María Ángeles Villar, instantes antes de que Jesús Sanz Montes salpicara con agua bendita y una gran sonrisa la puerta de entrada al edificio. «Resulta gozoso construir una casa que no es un patíbulo ni un paredón, que no es laboratorio de experimentación humana ni cámara de gas, ni una checa ni un gulag, que no es una clínica abortiva. Todo lo contrario. Un lugar donde la vida se acoge y reconoce con esperanza, donde se le acompaña responsablemente, donde se nutren sus hambres y se bendan sus heridas», leyó en la homilía el arzobispo de Oviedo.
En una misa al aire libre celebrada en los jardines de la casa de acogida, Sanz Montes hiló su reciente visita a la casa infantil de la misión asturiana en Benin con la de las madres gestantes de Gijón. Y dijo que «Asturias mira hacia esta casa también esta pintada de alegría», en alusión al centro africano que se llama Casa para la Alegría de los Niños, donde los pequeños más desamparados que queremos que nos nazcan aprenderán a sonreír dejando de ser rehenes de sus desdichas».
Las administraciones
También para las madres gestantes tuvo su tiempo y su discurso. Para ellas fueron las palabras más protectoras y para la sociedad, gobiernos y políticos, las más acusadoras. «Las madres podran ser, no condenadas a dar a luz, sino bendecidas por ello y sostenidas por el regalo de la vida. Así nos comprometemos la Iglesia asturiana, las hermanas, las asociaciones y las administraciones locales y regionales, cuando se ponen de parte del inocente y del desfavorecido, y nos ayudan para poder nosotros ayudar», dijo, agradeciendo públicamente a la alcaldesa de Gijón, sentada entre los fieles, su presencia y colaboración.
Escasas aportaciones políticas realizó ayer el arzobispo de Oviedo en una jornada electoral que prefirió dejar para asuntos religiosos. No obstante, Sanz Montes no se pudo sustraer a resaltar la «instancia incómoda» en que se convierte la Iglesia cada vez que aborda el temas del aborto, si bien resaltó que «no me voy a callar». Y apostilló que «el Evangelio de la vida suena extraño, provocativo, y no es apto para los públicos que quieren hacer de la suya una única voz y de sus intereses un imperativo legal que revisten luego de falsa democracia y de ideológica modernidad. La mejor manera entonces de censurar el mensajes es matar al mensajero. Una vez más».

jueves, 22 de marzo de 2012






El evangelio de la vida, vital buena noticia
Carta semanal del arzobispo de oviedo
25 de marzo de 2012

Queridos amigos y hermanos: paz y bien.

La vida es algo demasiado grande, demasiado bello, como para no tomárnosla responsablemente en serio. Uno de los pasajes más sugestivos de la Biblia, en el libro de la Sabiduría, tiene una expresión en la que queda manifiesta la intención bondadosa y embellecedora de Dios Creador: «Tú amas a todos los seres y nada de lo que hiciste aborreces, pues, si algo odiases, no lo habrías hecho» (Sab 11,24). Esta es la afirmación humilde que el pueblo cristiano ha hecho a través de los siglos de su historia. No es un Dios hostil al hombre, y el hombre no es extraño ante Dios.

El Beato Juan Pablo II nos regaló una encíclica tomando la vida como argumento de la buena noticia cristiana: «El Evangelio de la vida está en el centro del mensaje de Jesús. Acogido con amor cada día por la Iglesia, es anunciado con intrépida fidelidad como buena noticia a los hombres de todas las épocas y culturas» (Evangelium vitae, 1). Y tanto más sorprendente puede resultar este anuncio cuanto más está en entredicho de mil formas este regalo supremo de Dios que es sencillamente vivir.

En este vale la pena releer un texto del Concilio Vaticano II en donde se puso nombre a los desmanes contemporáneos: «todo lo que se opone a la vida, como los homicidios de cualquier género, los genocidios, el aborto, la eutanasia y el mismo suicidio voluntario; todo lo que viola la integridad de la persona humana, como las mutilaciones, las torturas corporales y mentales, incluso los intentos de coacción psicológica; todo lo que ofende a la dignidad humana, como las condiciones infrahumanas de vida, los encarcelamientos arbitrarios, las deportaciones, la esclavitud, la prostitución, la trata de blancas y de jóvenes; también las condiciones ignominiosas de trabajo en las que los obreros son tratados como meros instrumentos de lucro, no como personas libres y responsables; todas estas cosas y otras semejantes son ciertamente oprobios que, al corromper la civilización humana, deshonran más a quienes los practican que a quienes padecen la injusticia y son totalmente contrarios al honor debido al Creador» (Gaudium et Spes, 27).

En la festividad de la Encarnación del Señor, 25 de marzo, cuando celebramos la Jornada de la Vida, resulta gozoso bendecir una casa que no es patíbulo ni paredón, que no es laboratorio de experimentación humana ni cámara de gas, que no es un “lager”, ni una “checa”, ni un “gulag”, que no es una clínica abortiva. Todo lo contrario: es un lugar donde la vida se acoge y reconoce con esperanza, se la acompaña responsablemente, donde se nutren sus hambres y se vendan sus heridas. Una casa como un hogar cristiano en donde la vida será la cotidiana buena noticia. Mujeres gestantes, sean quienes sean, las madres y sus hijos que llaman a la puerta de nuestro mundo, tendrán ahí un lugar de acogida cuando las posadas de los egoísmos insolidarios y cínicos hayan cerrado sus puertas.

La Congregación de las Madres de Desamparados y San José de la Montaña, abren en este día un centro en Gijón en donde la vida será protegida, la mujer madre acompañada, y los niños no eliminados ni abandonados. Es una buena noticia por la que vale la pena brindar con la gratitud y la esperanza. Nuestra Diócesis de Oviedo así lo hace colaborando activamente con este proyecto que expresa de la mejor forma una de las prioridades del Sínodo Diocesano recientemente clausurado. El evangelio de la vida es una buena noticia vital.

Es un modo precioso de construir un mundo nuevo y contribuir a la renovación de la sociedad porque como decía Juan Pablo II «no es posible construir el bien común sin reconocer y tutelar el derecho a la vida.... Ni puede tener bases sólidas una sociedad que —mientras afirma valores como la dignidad de la persona, la justicia y la paz— se contradice radicalmente aceptando o tolerando las formas más diversas de desprecio y violación de la vida humana sobre todo si es débil y marginada. Sólo el respeto de la vida puede fundamentar y garantizar los bienes más preciosos y necesarios de la sociedad, como la democracia y la paz» (Evang. Vitae 101).

Recibid mi afecto y mi bendición.

+ Fr. Jesús Sanz Montes, ofm
Arzobispo de Oviedo

sábado, 17 de marzo de 2012

LA VIRGEN MARIA, PARA BENEDICTO XVI

Aprender de María a ser una comunidad que ora

La Audiencia General de la mañana de este miércoles tuvo lugar a las 10,30 horas en la plaza de San Pedro, donde Benedicto XVI se encontró con grupos de fieles y peregrinos de Italia y del mundo. En su discurso, el papa ha iniciado un nuevo capítulo de su catequesis: la oración en los Hechos de los Apóstoles y en las Cartas de san Pablo, y centró hoy su meditación en concreto en la presencia orante de María en el grupo de los discípulos que serán la primera Iglesia naciente.

Ciudad del Vaticano, miércoles 14 marzo 2012.


Queridos hermanos y hermanas:

Con la catequesis de hoy me gustaría empezar a hablar de la oración en los Hechos de los Apóstoles y en las cartas de San Pablo. San Lucas nos ha dado, como sabemos, uno de los cuatro evangelios, dedicado a la vida terrena de Jesús, pero también nos ha dejado aquello que se ha denominado el primer libro sobre la historia de la Iglesia, es decir, los Hechos de los Apóstoles. En estos dos libros, uno de los elementos recurrentes es justamente la oración, sea la de Jesús, sea la de María, de los discípulos, de las mujeres y de la comunidad cristiana. El camino inicial de la Iglesia está marcado principalmente por la acción del Espíritu Santo, que transforma a los apóstoles en testigos de Cristo resucitado hasta el derramamiento de sangre, y de la rápida difusión de la palabra de Dios en oriente y occidente. Sin embargo, antes que la proclamación del evangelio se propague, Lucas narra la historia de la ascensión del Resucitado (cf. Hch. 1,6-9). A los discípulos el Señor les entrega su programa de vida, dedicada a la evangelización, y les dice: "Recibirán la fuerza del Espíritu Santo, que vendrá sobre ustedes, y serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra". (Hch. 1,8). En Jerusalén, los apóstoles que eran once, por la traición de Judas Iscariote, se reunieron en la casa a orar, y justamente en oración esperan el don prometido de Cristo resucitado, el Espíritu Santo.

En este contexto de espera, entre la ascensión y Pentecostés, san Lucas menciona por última vez a María, la madre de Jesús, y su familia (v. 14). A María le ha dedicado los inicios de su Evangelio, desde el anuncio del ángel hasta el nacimiento y la infancia del Hijo de Dios hecho hombre. Con María comienza la vida terrena de Jesús y con María comienzan también los primeros pasos de la Iglesia; en ambas ocasiones el clima es de escucha de Dios, de recogimiento. Hoy, por lo tanto, quisiera detenerme sobre esta presencia orante de la Virgen en el grupo de los discípulos, que serán la primera Iglesia naciente. María siguió con discreción todo el camino de su Hijo durante la vida pública, hasta el pie de la cruz, y ahora continúa siguiendo, con una oración silenciosa, el camino de la Iglesia. En la anunciación, en la casa de Nazaret, María recibe al ángel de Dios, y atenta a sus palabras, lo acoge y responde al designio divino, expresando su total disponibilidad: "He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra" (cf. Lc 1,38). María, por la misma actitud interior de escucha, es capaz de leer su propia historia, reconociendo con humildad que es el Señor el que actúa. En la visita a su pariente Isabel, prorrumpe en una oración de alabanza y de alegría, de celebración de la gracia divina que ha llenado su corazón y su vida, haciéndola la Madre del Señor (cf. Lc. 1,46-55). Alabanza, acción de gracias, alegría: en el cántico del Magnificat, María no ve solo lo que Dios ha hecho en ella, sino también a lo que hizo y hace continuamente en la historia. San Ambrosio, en un famoso comentario sobre el Magnificat, invita a tener el mismo espíritu en la oración y dice: "Que en cada uno esté el espíritu de María para alabar al Señor, y esté en cada uno el espíritu individual de María para exultar a Dios" (Expositio Evangelii secundum Lucam 2, 26: PL 15, 1561).

Incluso en el cenáculo de Jerusalén, en la "habitación del piso alto, donde solían reunirse" los discípulos de Jesús (cf. Hch. 1,13), en un clima de escucha y de oración, ella está presente, antes de que las puertas se abran de par en par y comiencen a anunciar a Cristo el Señor a todos los pueblos, enseñándoles a guardar todo lo que les había mandado (cf. Mt. 28,19-20). Las etapas del camino de María, de la casa de Nazaret a la de Jerusalén, a través de la cruz donde su Hijo la encomienda al apóstol Juan, se caracterizan por la capacidad de mantener un clima persistente de recogimiento, para meditar cada evento en el silencio de su corazón frente a Dios (cf. Lc. 2,19-51) y en la meditación delante de Dios, hasta entender su voluntad y ser capaz de aceptarla en su interior. La presencia de la Madre de Dios con los once, después de la Ascensión, no es sólo un registro histórico de una cosa del pasado, sino que adquiere un significado de gran valor, porque Ella comparte con ellos lo más valioso: la memoria viva de Jesús, en la oración; comparte esta misión de Jesús: preservar la memoria de Jesús y así mantener su presencia.

La última mención de María en los dos escritos de san Lucas se dan en el sábado: el día del descanso de Dios después de la creación, el día de silencio después de la muerte de Jesús y de la espera de su Resurrección. Y en este episodio tiene sus raíces la tradición de Santa María en sábado. Entre la Ascensión del Resucitado y el primer pentecostés cristiano, los apóstoles y la Iglesia se reúnen con María para esperar con ella el don del Espíritu Santo, sin el cual no se puede llegar a ser testigos. Ella, que ya lo ha recibido por haber generado el Verbo encarnado, comparte con toda la Iglesia la espera del mismo don, para que en el corazón de cada creyente "sea formado Cristo" (cf. Ga. 4,19). Si no hay Iglesia sin Pentecostés, no hay tampoco Pentecostés sin la Madre de Jesús, porque ella ha vivido de una forma única, lo que la Iglesia experimenta cada día bajo la acción del Espíritu Santo. San Cromacio de Aquilea comenta así el registro de los Hechos de los Apóstoles: "Se reunió por lo tanto la Iglesia, en la habitación del piso superior junto con María, la Madre de Jesús, y junto a sus hermanos. Por consiguiente, no se puede hablar de Iglesia si no está presente María, la Madre del Señor... La iglesia de Cristo está allí donde se predica la Encarnación de Cristo en la Virgen, y, donde predican los apóstoles, que son los hermanos del Señor, allí se escucha el evangelio" (Sermo 30,1: SC 164, 135).

El Concilio Vaticano II ha querido poner de relieve, en particular, este vínculo que se manifiesta visiblemente en el orar junto con María y con los Apóstoles, en el mismo lugar, a la espera del Espíritu Santo. La constitución dogmática Lumen Gentium afirma: "Por no haber querido Dios manifestar solemnemente el misterio de la salvación humana antes de derramar el Espíritu prometido por Cristo, vemos que los Apóstoles, antes del día de Pentecostés, «perseveraban unánimes en la oración con algunas mujeres, con María, la Madre de Jesús, y con los hermanos de éste» (Hch 1, 14), y que también María imploraba con sus oraciones el don del Espíritu, que en la Anunciación ya la había cubierto a ella con su sombra." (n. 59). El lugar privilegiado de María es la Iglesia, que es "proclamada como miembro excelentísimo y enteramente singular…, tipo y ejemplar acabadísimo de la misma en la fe y en la caridad, (ib., n. 53).

Venerar a la Madre de Jesús en la Iglesia, significa entonces aprender de ella a ser una comunidad que ora: esta es una de las características esenciales de la primera descripción de la comunidad cristiana descrita en los Hechos de los Apóstoles (cf. 2,42). La oración está a menudo referida a situaciones difíciles, de problemas personales que llevan a dirigirse a su vez al Señor para tener luz, consuelo y ayuda. María nos invita a abrir las dimensiones de la oración, a dirigirnos a Dios no solo en la necesidad y no solo para sí mismo, sino de modo unánime, perseverante, fiel, con un "solo corazón y una sola alma" (cf. Hch. 4,32 ).

Queridos amigos, la vida humana atraviesa diversas etapas de transición, a menudo difíciles y exigentes, que requieren decisiones obligatorias, renuncias y sacrificios. La Madre de Jesús ha sido colocada por el Señor en momentos decisivos de la historia de la salvación y ha sabido responder siempre con plena disponibilidad, fruto de una profunda relación con Dios, madurada en la oración asidua e intensa. Entre el viernes de la Pasión y el domingo de la Resurrección, a ella se le confió el discípulo amado, y con él a toda la comunidad de los discípulos (cf. Jn. 19,26). Entre la Ascensión y Pentecostés, ella está con y en la Iglesia en oración (cf. Hch. 1,14). Madre de Dios y Madre de la Iglesia, María ejerce su maternidad hasta el final de la historia. Le encomendamos todas las fases del paso de nuestra existencia personal y eclesial, no menos que la de nuestro tránsito final. María nos enseña la necesidad de la oración y nos muestra que sólo con un vínculo constante, íntimo, lleno de amor con su hijo, podemos salir de "nuestra casa", de nosotros mismos, con coraje, para llegar a los confines del mundo y proclamar en todas partes al Señor Jesús, salvador del mundo.


miércoles, 7 de marzo de 2012

La Conferencia Episcopal Española entrega a Cáritas 5 millones de euros


El Secretario General de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Mons. D. Juan Antonio Martínez Camino, ha entregado a Cáritas, en nombre de la CEE, una aportación económica de 5 millones de euros, según se aprobó en la reunión que la Asamblea Plenaria celebró el pasado mes de noviembre.

En nombre de la institución, ha recibido el cheque simbólico su Presidente, Rafael del Río, que ha estado acompañado por los directores de varias Cáritas diocesanas (Madrid, Alcalá, Getafe, Zaragoza y regional de Aragón, Pamplona y Salamanca) en representación del conjunto de la Confederación Cáritas.

La CEE ha donado 13,8 millones de euros en cuatro años

Este gesto se realiza por cuarto año consecutivo y la cantidad se ha incrementado en un 25 % respecto al año pasado

Los obispos españoles, en la Asamblea Plenaria de noviembre de 2008, decidieron donar a las diferentes Cáritas diocesanas el 1% del total del Fondo Común Interdiocesano, lo que supuso una aportación de 1,9 millones de euros. La cantidad se ha ido incrementando anualmente hasta situarse en el 2,17%. Así, en 2009 se entregaron 2,9 millones de euros; 4 millones en el 2010, y 5 millones en el 2011. En total, la CEE ha donado en estos años a las Cáritas Diocesanas un total de 13,8 millones de euros.

Hoy se ha hecho efectiva, de manera simbólica, la entrega de la aportación correspondiente al año 2011, en un momento en que las Cáritas se enfrentan a “las nuevas formas de pobreza” como ha constatado la directora de Cáritas Salamanca, Carmen Calzada. Desde Cáritas, según se ha recordado se está haciendo un gran esfuerzo para atender de forma integral a las personas, siempre reconociendo y respetando su dignidad para ayudarles de la mejor forma posible en sus dificultades.Calzada ha agradecido expresamente a Mons. Martínez Camino el gesto de la Conferencia Episcopal Española que “nos permite hacer operativo el Amor de Dios con los más necesitados”.

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También el director de Cáritas Pamplona, Ángel Iriarte, ha destacado cómo en estos tres ó cuatro últimos años han aumentando las demandas, que son más profundas y que afectan, en buena medida, a necesidades básicas como son la alimentación o la vivienda. Pero a su vez ha resaltado cómo también los donantes han aumentado considerablemente. Asimismo, Iriarte ha afirmado que “la entrega de este donativo no se puede entender como un momento aislado de colaboración de la Iglesia con Cáritas. Este es el trabajo de la misma Iglesia en el campo de la acción social y en cada diócesis nos preside un obispo que nos anima, apoya y alienta”.

Cáritas es la Iglesia y la Iglesia también es Cáritas

Supone el 2,17% del Fondo Común Interdiocesano

Al finalizar el acto, Mons. Martínez Camino ha agradecido a Cáritas Española su labor de coordinación y la presencia de los representantes de las diferentes Cáritas diocesanas, que nos ayuda a ver a dónde va el dinero, dónde está y qué es verdaderamente Cáritas”. “Caritas –ha subrayado el Secretario de la CEE- es la Iglesia en su estructura más fundamental, que es la parroquia. No habría Iglesia sin el anuncio de la Palabra, sin la celebración de los Sacramentos y tampoco la habría sin el ejercicio de la caridad. Cáritas es la Iglesia y la Iglesia también es Cáritas”.

El donativo de 5 millones de euros, como ha señalado Mons. Martínez Camino, “es un pequeño esfuerzo, lo fundamental es lo que hacen los miles de voluntarios que entregan su tiempo a Cáritas. Queremos seguir haciendo este gesto simbólico para animar a todos los católicos a que sigan colaborando con Cáritas y queremos también animar a los jóvenes a que se incorporen al voluntariado”.

En España, Cáritas cuenta en la actualidad con casi 62.000 voluntarios que, como han señalado los participantes en el acto, suponen la base fundamental del trabajo que la institución desarrolla en favor de los que más lo necesitan.

domingo, 4 de marzo de 2012


EL ARZOBISPO DE OVIEDO, DE VISITA APOSTÓLICA EN BENIN

Mons. Sanz Montes: «Dios está con los que sufren, sufriendo con ellos»

El arzobispo de Oviedo, Monseñor Jesús Sanz, ha presidido una misa en el centro de acogida infantil de Mensajeros de la Paz en Cotonú (Benín) y ha destacado que Dios «está con los que sufren», padeciendo con ellos la desgracia.«Siempre que hay una catástrofe natural o soportamos situaciones de violencia, de injusticia o de extrema pobreza, nos preguntamos dónde está Dios, y Dios está, en primer lugar, con los que sufren, sufriendo con ellos», dijo en la homilía.


La eucarístía ha sido organizada por el presidente de Mensajeros de la Paz, el padre Ángel García, para conmemorar el décimo aniversario de la organización en Benín y el quincuagésimo de su labor en todo el mundo. Monseñor Sanz se encontraba ya en el país visitando la diócesis de Bembereke.

El arzobispo ha destacado que el centro de la asociación en Cotonú "devuelve a los niños el sueño feliz" que Dios tuvo para ellos y que "el egoísmo de los adultos" había truncado. "Díez años después, padre Angel, damos gracias por los niños que han pasado por aquí. Damos gracias por esta obra y pedimos gracia para que Dios nos siga bendiciendo con ella", ha destacado.

Por su parte, el padre Ángel ha puesto el acento en que la obra de Mensajeros de la Paz nació con vocación religiosa y con ella sigue, sin entender de ideologías ni de partidos. "Ahora que no está de moda hablar bien de políticos ni de obispos, no puedo dejar de decir que gracias a los obispos que me quieren y también a alguno que no me quiere, Mensajeros de la Paz es una realidad", ha señalado.

El sacerdote asturiano ha instado al arzobispo a "hacer un regalo" de cumpleaños a la asociación, visitando con ella la cárcel civil de Cotonú, donde este viernes Mensajeros hará entrega de una serie de colchones para equipar la zona donde están encarcelados 55 menores de edad, a fin de mejorar sus condiciones de vida.

Entre otras autoridades, han asistido el Nuncio Apostólico en Benín, el Cónsul honorario de España en el país, el Cónsul de Francia y una delegación de representantes del Ejecutivo nacional.

Asimismo, ha seguido la ceremonia un nutrido grupo de niños en representación de todos los centros de acogida existentes en el país, tanto de menores en situación vulnerable como de recuperación de niños esclavos y de apoyo a discapacitados. Los presentes han seguido la ceremonia bajo presencia de una imagen de 'La Santina', la Virgen de Covadonga, que fue traída desde España por Mensajeros de la Paz y que actualmente tiene un lugar de honor reservado en el centro infantil.



sábado, 3 de marzo de 2012


MENSAJE DE LA SUBCOMISIÓN EPISCOPAL PARA LA FAMILIA Y LA VIDA

La CEE presenta «Ama la vida, toda la vida» con motivo de la Jornada por la Vida 2012

Los obispos de la subcomisión episcopal para la Familia y la Defensa de la Vida muestran su rechazo «absoluto» hacia el aborto y la eutanasia, en su mensaje 'Ama la vida, toda la vida', publicado con motivo de la Jornada por la Vida, que se celebrará el próximo 26 de marzo. Piden no se presenten lesiones contra la vida «como si fuesen manifestaciones de progreso o incluso como muestras de humanitarismo».


(EP) "La grandeza y dignidad de la vida humana exigen su respeto y cuidado desde su inicio en la concepción hasta la muerte natural. De aquí, el rechazo absoluto a la eliminación directa y voluntaria de la vida humana en su inicio", remarcan.

En este sentido, apuntan que el amor a la persona lleva consigo "el respeto a la vida naciente desde la fecundación" y "el cuidado a las madres embarazadas, de modo que puedan llevar a término su vocación maternal". Para ello, según señalan, es necesario que se elaborenpolíticas familiares "justas" que favorezcan la institución familiar, y promover leyes "que ayuden al desarrollo de una cultura de la vida para crecer en humanidad".

Por otro lado, precisan que "en ningún caso se puede aceptar la legitimación social de la eutanasia" y que "la muerte no debe ser causada, por una acción u omisión, ni siquiera con el fin de eliminar el dolor" porque, según explican, un ser humano no pierde nunca su dignidad sea cual sea la circunstancia física, psíquica o relacional en la que se encuentre.

De esta forma, remarcan que toda persona enferma merece y exige "un respeto incondicional" y su vida "nunca puede ser valorada desde el criterio exclusivo de la calidad o del bienestar subjetivo", al tiempo que rechazan algunas concepciones de la existencia que se rigen por los criterios de calidad de vida, definida principalmente por el bienestar subjetivo que, en ocasiones, "pretenden justificar el suicidio asistido como si fuera un acto humano responsable y heroico".

En este contexto, los obispos afirman haber recibido "con satisfacción" la reciente sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea que prohíbe patentar los procedimientos que utilicen células madre embrionarias humanas y que considera a todo óvulo humano a partir de la fecundación como embrión humano, y la resolución del Consejo de Europa en la que se dictamina que "la eutanasia, en el sentido de la muerte intencional, por acción u omisión, de un ser humano en función de su presunto beneficio, debe ser prohibida siempre".

Finalmente, los obispos recuerdan que todos los seres humanos son "iguales en el derecho a la vida" y que esta igualdad, para ser verdadera, debe fundamentarse sobre "la verdad y la justicia, reconociendo y tutelando a cada hombre y a cada mujer como persona y no como una cosa de la que se puede disponer".